La práctica de la vela constituye un excelente método para mantenerse en forma. Sin embargo ello no excluye que durante la navegación puedan ocurrir accidentes de más o menos gravedad. Tener una buena salud es una de las condiciones más importantes para garantizar la seguridad de todos a bordo.
INTRODUCCIÓN
Antes de iniciar una temporada de vela es recomendable hacerse una revisión médica como método de prevención. De esta forma podemos evitar dar al traste con una jornada de navegación –incluso poner en peligro a toda la tripulación– por un contratiempo médico. Para las travesías largas las exploraciones médicas deben ser más profundas (analíticas y vacunas previas, por ejemplo) y los botiquines deben ser más completos y precisos, según las zonas en las que vayamos a navegar y de acuerdo con la legislación vigente. Es fundamental estar asesorado en todo momento por un médico. |
|
PEQUEÑOS INCIDENTES Y REMEDIOS
El mareo es un síntoma frecuente y sus efectos más o menos violentos, según cada individuo. Además de los métodos tradicionales para combatirlo, las pastillas y los parches son los medicamentos que se usan con más frecuencia. Hay que tener también en cuenta los efectos secundarios que puede provocar. El mareo se supera en pocos días, cuando la persona se acostumbra al movimiento del barco impulsado por el oleaje. Pero el cansancio, el frío, la humedad, los olores y la angustia son factores que pueden agravar la sensación de mareo.
Para evitar insolaciones procuraremos buscar sombras, ponernos sombreros y cremas protectoras para protegernos del sol. Es recomendable la ingesta de líquidos para mantener una buena hidratación durante la navegación.
Los problemas oculares provocados por el sol pueden prevenirse usando gafas, sombreros y colirios a tal efecto.
Las irritaciones de la piel son frecuentes debidas a la sal del mar o al roce de ciertos tejidos. Se recomienda llevar siempre telas de algodón, utilizar cremas dermatológicas específicas y mantener el máximo nivel de higiene.
El cansancio puede llevarnos a cometer errores por estar distraídos. No debemos iniciar una travesía estando fatigados. Los comprimidos de vitamina C son estimulantes y ayudan a estar en forma.
Los cortes, golpes o quemaduras superficiales se curan fácilmente, pero requieren un control diario para evitar infecciones a causa del medio salino y de un nivel bajo de higiene personal.
La hipotermia, que consiste en la bajada de la temperatura corporal por debajo de los 35º, puede presentarse tras la permanencia prolongada en cubierta, en ambientes muy fríos y con ropa húmeda y debe afrontarse despojando al afectado de la ropa que lleve puesta, tapándole con mantas o cubriéndole con un plástico, evitando frotarle el cuerpo y no permitiendo que realice ningún esfuerzo. Es conveniente también suministrarle bebidas calientes, si el afectado se encuentra consciente.
PREVENIR Y CURAR
El contenido de los diversos botiquines obligatorios para embarcaciones de recreo puede encontrarse en la siguiente disposición:
El patrón tiene que estar preparado para afrontar:
-
Mareos, insolaciones, hematomas, problemas oculares, cortes…
-
Velar por el estado de la tripulación: cansancio, sueño, hidratación, alimentación, hipotermia
-
Conocer el contenido del botiquín y su modo de empleo.
El mar, como elemento de la naturaleza, es imprevisible. Por eso se requiere a todo tripulante que se “ocupe de si mismo”, auto-vigilándose y desempeñando sus obligaciones como un tripulante más y dentro del marco de la prevención.
El navegante responsable debe:
-
Controlar su forma física: sueño, cansancio,alimentación, hidratación.
-
Vestirse según el clima, el estado de la mar,la velocidad del barco y de las maniobras que deban realizarse.
-
Llevar los guantes adecuados según las maniobras que vayan a efectuarse.
-
Utilizar siempre el material de seguridad y obedecer al patrón cuando éste dé instrucciones a la tripulación ante cualquier situación que se deba afrontar.
-
No cocinar nunca en traje de baño: se expondría a las quemaduras
-
No andar descalzo en cubierta para evitar cortes, contusiones o incluso la rotura de algún dedo del pie
En el caso de que se presente una enfermedad grave sobrevenida o tenga lugar un accidente cuyas consecuencias no puedan ser resueltas con las curas indicadas, el patrón o cualquier tripulante se puede poner en contacto con el servicio radiomédico, el cual depende del Instituto Social de la Marina, con sede en Madrid, a través de las estaciones de radio costeras, para recibir consejos y asistencia médica. Es gratuito y funciona las 24 horas todos los días del año. |